Huella de carbono
1.
Carbono
Es
un gas, un químico compuesto por un átomo de carbono y dos de oxígeno. Existe
naturalmente en la atmosfera terrestre, sus fuentes naturales incluyen volcanes, aguas
termales, géiseres, y el mismo ser humano. Nosotros en el proceso de
respiración desprendemos dióxido de carbono, el cual es utilizado por las
plantas en el mismo proceso, la diferencia es que estas desechan oxígeno.
2. Efecto invernadero y cambio climático
En el medio ambiente, el dióxido de carbono es
la sustancia que más contribuye al efecto invernadero. Este fenómeno es llevado
a cabo por un conjunto de gases que se encargan de retener en la atmosfera la
radiación solar que recibe la tierra, de no ser así el planeta sería muy frio y
no presentaría las condiciones básicas para la vida.
El problema es que el equilibrio natural de
este proceso se ha roto a causa del aumento y mutación de la actividad humana.
Durante miles de años los hombres se dedicaban a la agricultura, ganadería y
una escasa actividad artesanal por lo que el desprendimiento de dióxido era
bajo y se mantenía en los parámetros naturales. Pero el siglo XVIII marcó la
diferencia. La revolución industrial, que cambió la forma de producción y, por
lo tanto, consumo fue alimentada por la quema de carbón para generar un nivel
de energía nunca antes concebido. Hoy en día el carbón sigue siendo la
principal fuente de emisiones de dióxido de carbono. A esto debemos sumarle la
quema de petróleo que utilizan los automóviles y cualquier transporte.
Recordemos que el co2 es el encargado de
retener el calor por lo que a mayor
cantidad de este gas, mayor es el calor que queda en nuestra atmosfera y este
es el principal causante del cambio climático ocasionado por el calentamiento
global.
Dato: Los gases de efecto invernadero permanecen
activos en la atmósfera mucho tiempo, por eso se les denomina de “larga permanencia”.
Así, del CO2
emitido a la atmósfera aproximadamente
50% tardará 30 años en desaparecer, 30% permanecerá varios siglos y 20%
durará varios miles de años.
3. Huella de carbono
La huella de carbono hace referencia a
la cantidad de emisiones de gases de efecto invernadero que produce el ser
humano al fabricar un producto o durante la realización de sus actividades
cotidianas. Como ocurre al caminar por una
playa, todos y todas dejamos una huella a nuestro paso, pero su tamaño depende
de nuestro consumo y del tipo de hábitos de cada persona. La alimentación, las
compras que realizamos, el medio de transporte que elegimos para desplazarnos
en la ciudad, nuestro consumo de energía; todo influye en que la huella que
dejamos a nuestro paso sea mayor o menor medida.
La huella de carbono de un producto es un método evalúa las emisiones que genera todo el proceso de producción de
algún producto o servicio. En algunos casos también, llega a tomar en cuenta al
uso del mismo o las actividades realizadas durante el servicio. Todo su proceso
de vida completo, desde la materia prima hasta su desecho. Este enfoque ha
tenido un gran impacto en Europa y Japón y últimamente en países exportadores,
pues son lugares donde la producción de bienes es muy alta.
4.
Industria textil
La elevada huella de carbono de la industria textil se debe al
alto uso de energía y las fuentes energéticas que emplea. Es responsable del
10% de la emisión mundial.
Por ejemplo, la fabricación de textiles en China depende del
carbón y, por esa razón, tiene una huella de carbono 40% mayor que los textiles
fabricados en Turquía o Europa.
La
industria textil y de la moda tiene una larga y compleja cadena de suministro que va desde la
agricultura y la producción petroquímica (para la producción de fibras) hasta
la fabricación, la logística de distribución, la comercialización, el consumo y
el desecho.
Cada
paso de la producción tiene un impacto ambiental debido al uso de agua,
materiales, productos químicos y energía. Se calcula que la producción de una tonelada de textil
utiliza, en promedio, 200 toneladas de agua. Además, esta industria es responsable del 20% de la
contaminación del agua industrial por el tratamiento y el teñido de los
textiles. Se suma la utilización de más
de 15.000 productos químicos durante el proceso de
fabricación, empezando por la producción de fibras. Muchos de ellos son
perjudiciales para el ambiente, los trabajadores de las fábricas y los
consumidores.
El otro
gran impacto se relaciona con los desechos. El 15%
de la tela utilizada en la fabricación de prendas se desperdicia en
el proceso de producción. A eso se suman los desechos de post producción, que
comprenden las prendas desechadas por los consumidores, los cuales
representaron el 60% de los 150.000 millones de prendas producidas mundialmente
en 2012.
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